Este verano he aprovechado para utilizar materiales que, habitualmente, no suelo usar.
Uno de ellos es el trapillo, aunque reconozco que es muy gratificante trabajar con este material, porque en poco tiempo consigues ver el resultado de tu trabajo.
Este bolso me lo pidió mi sobrina, y claro, como es lógico no le puedo negar nada! ella vio un bolso en una tienda y quería uno parecido, así que, me puse enseguida manos a la obra para conseguir que tuviera su bolso listo justo para una importante celebración.
Mezcla de trapillo de algodón rojo y trapillo de lycra blanco un poquito brillante, una combinación muy marinera perfecta para el verano.
Como me habían regalado unos apliques de florecitas, pensé que quedarían muy bien con el bolso, así que se los añadí en la franja blanca.
Para el asa, opté por una cinta de cuero con mosquetones que se enganchan a uno de los puntos de trapillo.
Con este material hay que tener cuidado, porque pesa bastante y, a veces, cuando se hacen las asas de los bolsos de trapillo, se dan de si y pierden un poco su forma.
Por eso como este bolso es bastante grande, las asas de cuero son una buena opción.
Mirad como queda. Solo la satisfacción de ver su cara y saber que le ha gustado, es una recompensa!
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