A los niños les encanta pintar pero, a veces, ocurren accidentes. Nada que no se pueda arreglar con imaginación.
Una pequeña mancha? Tapada con una alegre mariquita,
Una mancha más grande? Oculta tras una flor
Y si limpiamos el pincel con el vestido y hacemos un desaguisado alargado? Colocamos una libélula!
Una mancha más grande? Oculta tras una flor
Y si limpiamos el pincel con el vestido y hacemos un desaguisado alargado? Colocamos una libélula!
Al final con los apliques, logramos una doble función : solucionar un problema y adornar .
Caso resuelto, a seguir pintando sin problemas.